Cambiando ciertos aspectos de la conducción es muy fácil ahorrar en el consumo de combustibles. Desde Autoescuela Basurto te traemos 6 trucos para una conducción eficiente que no sólo hará que te ahorres unos cuantos euros a final de mes, sino que además, reducirás la contaminación ambiental.
Revisa la presión de los neumáticos
Las ruedas deben estar infladas según la presión que indica el fabricante y las condiciones climatológicas. Tan sólo una presión de 0,5 bares inferior a la recomendada, reducirá el rendimiento del combustible en un 2 por ciento en áreas urbanas y un 4 por ciento en áreas suburbanas. Además, es una práctica peligrosa para la conducción.
Mantén una velocidad uniforme
Mantener una velocidad uniforme, evitando dar acelerones, frenazos y cambios de marcha innecesarios reducirá considerablemente el consumo de combustible. No siempre hace falta pisar el freno para decelerar, simplemente levantando el pie del acelerador el vehículo, poco a poco, pierde velocidad. Intenta reducir la marcha lo más tarde posible.
Apaga el motor
Si prevees que vas a estar en una parada prolongada, como por ejemplo en un gran atasco, es recomendable apagar el motor. Un motor al ralentí consume entre 0,5 y 0,7 litros por hora.
Reduce el uso del aire acondicionado y de la calefacción
El primer consejo, en cuanto al uso del aire acondicionado y de la calefacción, es usarlos sólo cuando sea necesario, generan mucho gasto de combustible.
Mientras que en una ciudad es más eficiente abrir las ventanillas, cuando conducimos a mayor velocidad es mejor optar por el aire acondicionado.
Por otro lado, no enciendas la calefacción nada más poner en marcha el vehículo, espera unos minutos. La calefacción aprovecha el calor del motor, por lo que necesita coger temperatura. Hasta ese momento sólo moverás el aire de forma inapropiada, generando un consumo de energía inútil.
Cambia a marchas largas
Conducir la mayor parte del tiempo posible con marchas largas y a bajas revoluciones reduce considerablemente el gasto de combustible. Lo aconsejable es cambiar las marchas entre 2.000 y 2.500 rpm para los coches con motor de gasolina y entre 1.500 y 2.000 rpm para los coches Diésel.
Mantén el vehículo con buen mantenimiento
Para ahorrar combustible es imprescindible que el motor esté en estado óptimo. Para ello, es necesario cumplir con los periodos de mantenimiento establecidos. No es una buena idea alargar el paso por el taller, esto muchas veces se traduce en un mayor gasto, además de poner en riesgo el funcionamiento del vehículo.
¿Conoces algún truco más? Cuéntanoslo y nosotros se lo haremos llegar a nuestros alumnos de la Autoescuela Basurto.